Los transeúntes que caminaban por la acera se sintieron intrigados al ver la multitud congregada afuera de la sala de eventos, por lo que se acercaron para averiguar qué estaba sucediendo con la ambulancia que había llegado recientemente. Inmediatamente, comenzaron a susurrar entre ellos mientras algunos sacaban sus teléfonos para capturar el momento y compartirlo en sus perfiles en línea, como es costumbre.

Los paramédicos se retiraron del sitio llevando a Jungkook en la camilla, con Chan, Jimin y los demás jóvenes siguiéndolos. Los paramédicos solicitaron a los presentes apartarse para despejar el camino, ya que estaban obstaculizando su paso. Una vez que lo hicieron, los paramédicos colocaron al paciente en la ambulancia y lo acomodaron rápidamente.

Jimin se mantuvo inmóvil frente a la ambulancia, observando cómo Jungkook era colocado en su interior, sin comprender lo que estaba sucediendo, ya que todo estaba ocurriendo de forma rápida. Al voltear hacia Jungkook y observarlo allí, con la camisa manchada de sangre, inconsciente y con la máscara de oxígeno, la realidad lo golpeó con fuerza y las lágrimas empezaron a brotar.

Avanzó hacia adelante con la intención de subir a la ambulancia sólo que Chan se adelantó y subió rápidamente. Aún así trató de avanzar pero el paramédico que se encontraba en el exterior se lo impidió.

—Sólo puede ir una persona —le hizo saber poniéndose de frente.

—Pero él es mi esposo —dijo alterado queriendo pasar.

Taehyung sujetó el brazo de Jimin y lo hizo retroceder mientras el paramédico cerraba las puertas para luego dirigirse a la parte delantera.

—¡Necesito ir con él! —se giró hacia Taehyung y tomó sus manos con fuerza—. Tengo que ir, debo ir con él —dijo mirando con desespero como la ambulancia se alejaba.

Taehyung frunció ligeramente el ceño al ver la mirada suplicante de su mejor amigo, sintiéndose como si lo estuviera reteniendo en contra de su voluntad para evitar que viera a su amado, aunque en realidad esa no era su intención. Sólo que Chan sería de gran ayuda en el camino y era el que mejor podía cuidar de Jungkook en el trayecto al hospital.

—Iremos detrás de la ambulancia. Iré por el auto, ahora vuelvo —dijo antes de salir rápidamente hacia el estacionamiento.

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—La presión y el pulso están en descenso —le dijo el paramédico sonando alarmado.

—¡Más líquido! —ordenó Chan mientras seguía bombeando el ambú para transferirle oxígeno a Jungkook.

El paramédico que lo asistía asintió con la cabeza y rápidamente dejó pasar más solución salina.

—Vamos, resiste —le pidió.

Chan se encontraba extremadamente preocupado, ya que temía que el colapso de Jungkook estuviera relacionado a su condición médica, además temía que no hubiera tiempo para hacer algo y salvarlo ante la rápida disminución de su pulso.

Unos minutos después la ambulancia por fin llegó al hospital universitario en donde de inmediato atendieron a Jungkook en urgencias.

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Luego de un par de horas, en la sala de espera, Jimin y los que eran cercanos a Jeon se mantenían esperando noticias. Unos sentados en las sillas y otros más parados con sus espaldas pegadas a la pared.

En medio del abrumador silencio el teléfono de Seokjin empezó a sonar capturando la atención de todos quienes lo voltearon a ver por unos segundos. Este rápidamente se despegó de la pared y sacó el teléfono de su bolsillo del pantalón y contestó.

Quien le llamó era la dueña del salón.

—Oh, sí, no se preocupe —la señora le dijo algunas palabras más—. Está bien, gracias —cortó la llamada y se acercó a Jimin.

El ojiazul estaba sentado junto a Taehyung y Hyunah, quienes intentaban apaciguar su preocupación diciéndole que todo estaría bien y que pronto podría ver a su esposo.

—Oye Jimin —el mencionado lo miró y se puso de pie—, tendré que irme, el salón debe entregarse en unas horas y tiene que estar limpio porque habrá otra boda en la mañana —explicó guardando el teléfono nuevamente—. ¿Me puedes avisar cuando tengas noticias de Jungkook?

Jimin asintió con la cabeza.

—Yo te aviso —dijo—. Y muchas gracias por hacerte cargo de la entrega del salón.

—Ni lo digas —le sonrió—, bueno, entonces me iré pero regresaré al terminar.

—Te ayudaré, iré contigo —dijo Hyunah tomando su bolso del otro asiento para luego ponerse de pie.

—Yo también —se sumó Kevin.

—Igual yo —dijeron Cindy y Jade al mismo tiempo.

El salón era demasiado grande para que lo limpiara una sola persona, además, si se quedaban en el hospital no ayudarían en nada, en cambio si se encargaban del salón sería una forma de apoyar a los recién casados en esos momentos.

—No es algo que les corresponda pero muchas gracias por su ayuda —agradeció Jimin mirándolos a todos.

—Lo hacemos con gusto Jim, no te preocupes —Hyunah contestó y los demás asintieron de acuerdo con lo que dijo—. Nos vemos más tarde.

Los demás agarraron sus pertenencias y se acercaron a Jimin, se despidieron de él con un abrazo cálido y pronto se fueron del hospital.

Después de unos minutos, el castaño tenía la cabeza apoyada en el hombro de Taehyung y mientras ambos seguían sentados esperando por noticias, Jimin miraba fijamente sus manos, estas estaban manchadas con la sangre de Jungkook, al igual que parte de su ropa, ya que al sujetarlo se había manchado inevitablemente.

El de cabellera dorada, quien estaba mirando su teléfono, de reojo notó la manera en la que Jimin observaba sus manitos y era como si al verlas recordada aquel amargo momento.

—Vamos al baño —guardó su teléfono.

Jimin se sentó recto tras Taehyung pararse, volteó a verlo y negó con la cabeza.

—No tengo ganas, ve tú.

Taehyung estaba decidido a llevarlo a limpiarse aunque no quisiera ir, lo sujetó de la muñeca y antes de que pudiera hacer que se parara, éste se levantó de golpe para después pasarle por al lado. Él se giró para ver qué le ocurría y era debido a que el doctor Lee se aproximaba a ellos.

Chan había salido del quirófano pocos minutos antes y lo primero que hizo fue dirigirse a la sala de espera para poner al tanto a los familiares del paciente, en este caso a Jimin.

—¿Cómo está Jungkook? —preguntó alterado, parado delante del doctor al mismo tiempo que Taehyung se ponía al lado suyo—. Él se pondrá bien, ¿verdad?, ¿qué tiene?, ¿por qué colapsó?, ¿puedo verlo?

Hizo tantas preguntas en poco tiempo sin darle oportunidad al doctor Lee para que pudiera responderlas.

—Tranquilo Jim, si no lo dejas hablar no sabremos cómo está.

—Sí, lo siento —dijo mirando a su amigo, luego volvió a ver al doctor.

Chan todavía traía su cubrebocas así que se lo quitó antes de contestar.

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El doctor Lee permitió que Jimin pasara a ver a su esposo luego de que este fuera llevado a una habitación en cuidados intensivos. Antes de entrar tuvo que ponerse un traje de protección y desde que cruzó la puerta puedo ver a Jungkook recostado en aquella camilla, con una máscara de oxígeno, canalizado y conectado a varios aparatos.

Se sentó al lado de la camilla, en el pequeño banquito que había cerca. Agarró su mano libre con mucho cuidado y la acarició suavemente, recordando la conversación que tuvo anteriormente.

"—Jungkook está estable.

Escucharlo hizo que Jimin sonriera y tocara su pecho en señal de alivio.

—Pero...

Chan bajó la cabeza, luego observó a ambos nuevamente advirtiéndoles con su mirada que lo que estaba apunto de decir no eran buenas noticias y la sonrisa se borró de los labios de Jimin.

—Perdió mucha sangre pero pudimos detener la hemorragia interna en el quirófano y estabilizarlo mediante una transfusión sanguínea —se quedó callado un momento—, sin embargo aún no sabemos exactamente la razón de la hemorragia o si algo lo provocó.

—¿Pero él se pondrá bien?

—Está estable por ahora pero no sabemos cuándo pueda despertar.

Jimin parpadeó confundido.

—¿Cómo? No estoy entendiendo.

—¿Él está en coma? —preguntó Taehyung incrédulo.

—Podría decirse que así es.

—En coma —repitió lento, casi en susurro mientras negaba con la cabeza sin aceptar lo que recién escuchó.

Taehyung veía con preocupación a su amigo, temiendo cuál sería su reacción y sintiéndose mal por él.

«Justo el día de la boda su esposo quedó en coma, ¿por qué pasó esto en un día así?» pensó Taehyung cabizbajo.

—Pero Jungkook estaba perfectamente bien hace unas horas y ahora de la nada está en coma —habló en voz alta mientras luchaba por contener sus emociones y evitar derrumbarse—. ¡¿Cómo es posible que esté en coma?!

Por más que el doctor Lee quisiese darle una explicación certera no podía hacerlo, por lo menos no en ese momento. Se alzó de hombros y negó con pesar.

—Lo sabremos cuando los estudios restantes estén listos, hasta entonces debemos esperar."

Verlo en esas condiciones le rompía el corazón en mil pedazos ya que jamás imaginó que algo así le pasaría a él. Sin embargo decidió que lo mejor era no llorar y tampoco ser pesimista aunque minutos anteriores eso hacía y sólo pensaba en los escenarios más catastróficos que podrían pasarle a Jungkook.

—Jungkook —empezó a hablarle con voz suave y le sonrió con cariño—, sé que vas a recuperarte porque eres muy fuerte, además aún hay muchas que tienes que hacer. Como por ejemplo recuperar la presidencia y poner las cosas en orden en la agencia de publicidad.

Bajó su mirada un momento.

—Pero también tienes que despertar para estar con tu abuelo, él te quiere mucho y se pondrá muy triste si no llegas a visitarlo. Tus amigos también están preocupados por ti.

Sus ojos se cristalizaron pero pudo evitar llorar, ya había dicho que no lloraría y no lo haría. Tragó un poco de saliva antes de continuar hablando.

—Y yo... —se quedó callado un rato—, yo te necesito conmigo, ya me acostumbré a tu presencia y no sé que haría si jamás d... —negó con la cabeza, no había necesidad de decir esa palabra—. Así que por favor, abre los ojos pronto.

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Estuvo en la habitación unas pocas horas hasta que amaneció, no quería irse sin embargo tenía que ducharse y cambiarse ropa. Ver a Ayla y también informarle al señor Hongseok lo sucedido con su nieto, no quiso hacerlo el transcurso de la noche ya que prefirió dejarlo descansar.

Le dio un beso a Jungkook en la frente y le acarició sus alborotados cabellos.

—Volveré más tarde —le sonrió levemente.

Caminó hacia la puerta, abrió esta misma y al salir observó que el doctor Lee se detuvo en el pasillo, a solos unos dos metros de llegar a la habitación, pero no estaba solo.

Una chica y un chico estaban con él, al examinarlos con la mirada Jimin pudo saber que la chica era una detective, pues tenía su placa colgada en el cuello mientras vestía un traje negro y el otro hombre llevaba ropa casual por lo cual dedujo que era su compañero.

—¿Pero por qué está hablando con la policía? —dijo en voz baja mirando a los tres a la distancia.

Sentía curiosidad así que se quedó escuchando sin cerrar la puerta de metal y manteniendo la mitad de su cuerpo afuera.

—Al inicio no entendíamos porqué se había puesto tan grave —empezó a hablar Chan con los uniformados y de espaldas a Jimin—, sin embargo tras hacerle unos exámenes encontramos una dosis grande de warfarina en su sangre.

«¿Warfarina?» se preguntó Jimin sin saber que era eso.

—¿Y eso qué es? —investigó la detective Rose, ella había sido enviada por la estación de policía a investigar el caso tras recibir el aviso del hospital sobre un posible intento de homicidio.

—Es un anticoagulante, es sumamente peligroso en dosis altas ya que puede ocasionar hemorragias graves y mortales —le informó.

La detective desvió la mirada de manera pensativa por unos escasos segundos.

—¿Cuáles son las maneras en qué la warfarina entra al cuerpo? —inquirió.

—Lo más común son las pastillas, aunque también hay inyecciones.

—Entonces tuvo que haberlo ingerido o inyectado —Chan asintió con la cabeza—. ¿Existe la posibilidad de que él tomara ese medicamento por alguna razón?

—No, la warfarina se receta para personas con ciertos tipos de ritmo cardíaco irregular o con válvulas cardíacas artificiales, de reemplazo o mecánicas, a personas que han sufrido un infarto y él no tiene problemas del corazón.

La chica de cabello rubio asintió con la cabeza al mismo tiempo que su compañero tomaba notas en la pequeña libreta.

—¿Cuánto tiempo tarda en aparecer los síntomas de la sobredosis de warfarina?

—Depende de la cantidad, pero normalmente los primeros síntomas como el dolor intenso de cabeza, estomacal y dolor agudo en las articulaciones aparece un par de horas después.

«Pero estuve con Jungkook todo el día y jamás noté que sintiera dolor de cabeza o algún otro dolor, se veía muy bien. Si se hubiera sentido mal lo habría notado» habló consigo mismo mientras los seguía viendo.

—Esto sucedió en la boda de la víctima, ¿no es así? —preguntó la detective.

—Así es.

—Entonces él tuvo que haber sentido los síntomas horas antes de su colapso, sin embargo estuvo festejando su compromiso como si nada hasta que se desmayó. Eso quiere decir que no sintió ningún síntoma hasta que empezó la hemorragia nasal —habló el chico que tenía el cabello negro y cortado en forma de librito—. Eso es muy raro considerando los síntomas, nadie podría ignorar eso.

La detective Rose asintió de acuerdo con lo dicho por el oficial, para ambos era muy raro que él no sintiera nada si era un dolor tan intenso, nadie podría soportarlo por tantas horas.

—Esto no me cuadra —comentó—. ¿En verdad fue una sobredosis de warfarina y un posible intento de homicidio? —inquirió, reflejando su clara duda sobre lo reportado en su rostro.

—Aunque él hubiera querido no habría podido sentir el dolor.

Los policías se voltearon y luego observaron al doctor con intriga esperando una explicación a lo que dijo. Pero no sólo ellos, también Jimin se mantenía expectante a la respuesta.

Chan bajó la cabeza un momento, le había prometido a su amigo no decir nada pero si era para que pudieran creer, investigar y dar con el responsable entonces debía romper esa promesa. Antes de decir algo inhaló un poco de aire para después sacarlo de forma pesada.

—Él sufre de analgesia congénita, es un padecimiento raro que hace que la persona sea incapaz de sentir dolor físico.

«¿Analgesia congénita?» Jimin jamás había escuchado sobre eso.

—Eso quiere decir que no importa que le ocurra, como se lastime, si lo lastiman o si enferma de gravedad, él no puede percibir el dolor de ninguna manera.

Lo que reveló causó una gran sorpresa en Jimin, definitivamente no era algo que esperaba.

—Oh, entonces eso lo explica —comentó la rubia.

Ahora ya aclarado aquel punto, con la duda resuelta respecto a si en verdad era un intento de homicidio, podían seguir con las preguntas.

—Durante la boda, me imagino que todos comieron, ¿no?

—Sí —respondió a la detective.

—¿Ingirieron lo mismo? —el doctor asintió con la cabeza—. ¿Hay alguien más que haya colapsado?

—Él fue el único que lo hizo.

Ambos oficiales se miraron y quedaron en silencio un buen rato, como si conversaran con tan solo la mirada. Tras unos segundos dejaron de verse y miraron al doctor.

—No hay manera de que él mismo tomara el anticoagulante —aseguró la detective rompiendo el silencio creado anteriormente—, así que creo firmemente que alguien le puso la warfarina a su bebida o comida.

—Incluso existe la posibilidad de que lo inyectaran y al no sentir dolor no lo notara, pero esto sucedió en la boda así que alguien quería deshacerse de él ahí mismo —complementó el oficial la hipótesis de su compañera.

—Yo también lo creo —dijo Chan—, fue una dosis muy alta, la clara intención era matarlo.

—¿Matarlo? —susurró Jimin sin poder creerlo—. ¿En verdad hay alguien que quería matar a Jungkook?

—Si esa era la intención, seguramente volverán a tratar de hacerlo —habló el oficial llamando la atención de los otros.

Jimin se exaltó ante aquella posibilidad, volteó a ver a su jefe con clara preocupación y preguntándose quién podría ser capaz de querer hacer algo tan horrible en su contra.

—Llamaremos a varios policías para que vigilen al señor Jeon mientras está en el hospital —anunció la detective—. ¿Sospecha de alguien que quisiera dañar al señor Jeon?

—La verdad no, no conozco a nadie que quiera hacerle algo malo —dijo con sinceridad.

La detective asintió con la cabeza.

—Ya veo —dijo—. Bueno, nosotros empezaremos la investigación con la información que tenemos, muchas gracias por su cooperación.

—De nada, sólo encuentren al responsable.

—Trataremos —respondió ella—. En otro momento veremos al señor Jeon.

—Bien —dijo Chan.

Tras finalizar la conversación, el doctor acompañó a los oficiales hasta la salida del hospital.